Desde niña soñaba con hacer algo para que su mundo la recordara con alegría y orgullo. Se le aparecían mientras dormía personajes que admiraba y con las que podía conversar, Simone de Beauvoir, Teresa de Calcuta, Frida Kahlo, Sor Juana, Madame Curie...que simbolizaban para ella entereza, dignidad, nobleza, amor, lucha, libertad.
Al volverse adulta, incorporó otros sueños como el de ser profesionista, enamorarse, tal vez casarse y ser madre.
Nunca pensó que llegar a los 32 siendo soltera podría convertirse en una obsesión para su familia, que comenzaba a verla con cierta compasión cuando ella se aparecía sola en los eventos familiares.
Fue a sus 32, cuando comenzó a sentirse sola por el hecho de no tener un hombre a su lado.
A pesar de tener una vida interesante y plena, a ella le pesaba lo que los otros pensaran. Le dolía cada que le preguntaban en las bodas de sus primas que fueron casándose una a una, que para cuándo ella, que cuándo le conocerían a alguien, que ya se le estaba yendo el tren para ser mamá. Y también le dolía no entender por qué no había podido armarse una relación sólida con alguien que valiera la pena.
Pobres mujeres "solas" que son socialmente marcadas como patéticas por no tener una pareja a su lado, como si el no tenerla fuera sinónimo de una vida vacía y triste.
Soledades femeninas, diversas caras, diversas formas de ser vividas. Hoy día muchos lugares de México, nuestra Patria, parecen la isla de las mujeres solas. La migración illegal a los Estados Unidos déja en el abandono económico, afectivo y moral a miles de mujeres en todo el país, particularmente en Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Oaxaca y Veracruz.
Cada vez son más los hogares liderados por mujeres solas, que deben enfrentar las responsabilidades financieras, morales y emocionales de sacar adelante hogar, hijos y trabajo remunerado. Muchas de ellas nunca vuelven a ver al padre de sus hijos, quien en el mejor de los casos manda dinero y alguna que otra carta pero que en el peor, desaparece como si la tierra se lo hubiera tragado. Las estadísticas dicen que estos hogares uniparentales donde las mujeres se hacen cargo de todo, tienen tasas de deserción escolar más altas, mayor propensión a la delincuencia y mayor tendencia a la depresión familiar. Tal vez no será tanto porque las mujeres sean incapaces de salir adelante sin sus parejas sino por el peso cultural que tiene todavía la figura masculina como signo de orden y ley.
Solas están también aquellas mujeres que deciden separarse o divorciarse de parejas con las que no son felices. El divorcio es sin duda una conquista de la modernidad, que ha permitido replantear el lugar del matrimonio ya no como una institución intocable sino como una elección de vida y una forma de organización, que se conserva y perdura en tanto es constructiva, respetuosa, solidaria y suficientemente amorosa. Las mujeres divorciadas, sin embargo, todavía la pasan mal socialmente, incluso en lugares como la Ciudad de México donde se supone habría una mayor apertura a la diversidad. Las divorciadas parecen formar aún un clan "peligroso y amenazante" para las buenas conciencias y para las buenas costumbres. Pueden ser consideradas incluso "incómodas" por algunos grupos de casados, que creen que por ser divorciadas, se encuentran automáticamente en situación desesperada capaces de lo que sea con tal de que alguien les dé un poco de cariño.
Mujeres solas por ser inteligentes, exitosas e independientes rompiendo con su estilo de vida las expectativas tradicionales del macho posmoderno, que aunque conscientemente aplauda la incorporación de las mujeres al mercado laboral y se diga fascinado por estas nuevas hembras trabajadoras y productivas, sigue pidiendo en lo inconsciente ser cuidado, atendido y complacido por una mujer bonita, dulce y conciliadora.
Mujeres solas porque a pesar de las transiciones culturales, siguen siendo consideradas "el pilar" de la familia, las encargadas de la educación de los hijos, las responsables de que la relación de pareja funcione. Mujeres exigidas a hacerlo todo y bien, enfrentan graves crisis de agotamiento físico y emocional en el intento de cumplir con el rol asignado por la cultura.
Solas están más que nunca las mujeres del norte de nuestro país, donde muchísimas han sido asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. Y también donde han sido mujeres, como Erika Gandara de 28 años (secuestrada desde el 23 de diciembre pasado) o Marisol Valle de 21, las que han tenido que empuñar las armas para convertirse en jefas de policía en pueblos en los que los hombres claudican por miedo a ser asesinados.
Toda mujer debería reconocer en las otras mujeres una probabilidad de sí misma. Tal vez si lo hiciéramos así, nos juzgaríamos menos unas a otras y ampliaríamos nuestros horizontes trascendiendo lo limitado que es existir en una sola existencia, la propia. Tal vez si nos respetáramos más como gremio, si estuviéramos más conscientes de lo que aportamos al mundo, dejaríamos de lamentarnos cuando no tenemos novio o marido. Dejaríamos de esperar que alguien más nos diga qué hacer y asumiríamos gozosamente la responsabilidad intransferible sobre nuestro destino.
Tal vez, las mujeres que se sienten tristemente solas, podrían poner más atención a la relación consigo mismas. Trabajar en "eso" que es el sí mismo, permite estar bien en soledad y en compañía, en un delicado balance entre lo personal y lo vincular. Estar bien consigo mismas, alerta a las mujeres sobre los riesgos de volcarse en el otro (pareja, hijos, padres...) como una cortina de humo que a veces nos distancia de nosotras mismas y de aprender a pedir con asertividad y valentía lo que deseamos y necesitamos. Estar bien consigo mismas, permite a las mujeres recordar que las amigas del alma regalan escucha y espacios de complicidad, consuelo y solidaridad.
Pienso en las mujeres que nacen dentro del Islamismo Talibán, uniéndose en secreto para aprender a leer y a escribir, soñando con una vida diferente, luchando por las otras mujeres desde el exilio, denunciando los abusos contra niñas y mujeres. Pienso en "Las guerreras" que en Ciudad Juárez desafían al narco repartiendo alimentos, medicinas y hasta pasteles de cumpleaños en los poblados más azotados por el crimen. Y al pensar en estos dos de muchos ejemplos de valentía y dignidad femenina, me siento orgullosa de ser mujer y mucho más dispuesta a enfrentar y a disfrutar del mundo, sola o acompañada.
_________________________________________________________________________________________________
Vale Villa se dedica a la psicoterapia individual, familiar y de pareja. Estudió en la Universidad Panamericana, en la Universidad de Los Angeles en California y en el Instituto de la Familia. Tiene una colaboración en radio con Carlos Puig "Martes de terapia" en W Radio (96.9 fm- 900 am) a las 1030 am. Es conferencista en temas de bienestar emocional. No da consejos por mail. Ni su ética ni su agenda se lo permiten. Ama su trabajo porque está convencida de que el cambio es posible. Agradece infinito comentarios y sugerencias, que son el alimento de la columna.
Consultorio: Hospital Médica Sur Ciudad de México 5606-7245
Twitter: @valevillag
Mail: tlamatimi@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario