Calificado dentro y fuera del país como el artista mexicano vivo más destacado, el impresor, dibujante, pintor, escultor y ceramista Francisco Toledo cumple hoy 70 años, momento para el cual prepara además sus siguientes muestras.
Su siguiente exposición en el Museo de Arte de la Universidad de Princeton en octubre o la presentación de La Zoología Fantástica de Francisco Toledo, fruto de la relación creativa del oaxaqueño con Jorge Luis Borges, en la ciudad de Nueva York en septiembre, son parte del marco de este aniversario. Momento en el que artistas y escritores no han perdido oportunidad de felicitarlo e, incluso, llamar a un homenaje nacional para el juchiteco.
“Lo mando felicitar mucho, me fascina su obra y tengo la suerte de poseer alguno de los papalotes realizados a partir de sus propios diseños. Es lo que está a mi alcance, aunque yo desearía tener alguna obra plástica de él”, dice la escritora Celia del Palacio. “Figuras como él son muy necesarias, valiosas e importantes en este país”, añade.
Acuarela, el óleo, el gouache y el fresco, pero también la litografía, el grabado, el diseño de tapices, la cerámica o la escultura en piedra, madera y cera, buscando siempre cómo renovar formas y técnicas, enmarcan su obra bajo una visión moral en que afirma que el mundo de los humanos y el de los animales son uno solo con la naturaleza.
El artista muestra un sentido de lo fantástico, desarrollado al crear criaturas híbridas, parte humana y parte animal, a la vez monstruosas y juguetonas; sus hermosos papalotes, libretas artesanales, máscaras, joyería e intrínsecos grabados muestran también su talento y genialidad.
A los 10 años Francisco Benjamín López , que nació en la ciudad de Juchitán, Oaxaca, inició sus estudios artísticos en la gráfica en el taller de grabado del maestro Arturo García Bustos, para posteriormente ingresar al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA.
En 1959 exhibió sus primeras obras en la Galería Antonio Souza y en el Fort Worth Center, en Texas, y fue precisamente a partir de esas exposiciones que adquirió mayor reconocimiento.
Actualmente hay obras suyas en las galerías y museos más importantes del orbe como en el Museo de Arte Moderno de México, París, Nueva York y Filadelfia, en la New York Public Library, la Tate Gallery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo, entre muchos otros.
DEFENSOR DEL PATRIMONIO. Modesto e introvertido, el ganador del Premio Nacional de Bellas Artes en 1998 no sólo es conocido como un artista polifacético y universal, sino además como uno de los máximos promotores de la defensa del patrimonio artístico del estado de Oaxaca, así como de sus causas sociales.
“Es un orgullo que en México exista una personalidad de su talento y un gran hombre con una conciencia social”, apunta la pintora Martha Chapa, y añade que es digno de admirar porque “ha dado mucho a la escuela oaxaqueña, de donde han salido más artistas destacados”.
El artista zapoteco se ha dedicado por años a promover y difundir la cultura y las artes de su estado natal, donde actualmente reside. En 2005 recibió el Premio al Sustento Bien Ganado por dedicarse a la protección y mejora de la herencia, ambiente y vida de la comunidad oaxaqueña.
A lo largo de su trayectoria y paralelo a su creación artística y editorial, el artista oaxaqueño ha creado un conjunto de instituciones con el propósito de difundir y preservar el arte y la cultura en la entidad y ofrecer de manera gratuita servicios como consulta de libros y proyección de filmes. El Taller de Arte es uno de esos proyectos, como lo es también el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que es un museo-biblioteca y que data de 1988.
El Fondo de Cultura Económica, que tiene a cargo varias de sus producciones editoriales, ha presentado en la galería del Centro Cultural Bella Época la exposición Papalotes a Volar, obra del pintor y creada en el Taller Arte Papel Oaxaca, un espacio que se inauguró en agosto de 1998, en San Agustín Etla, a unos 20 minutos del centro de Oaxaca, en lo que fue el edificio de la hidroeléctrica La Soledad.
Otro de los espacios impulsados por Francisco Toledo es el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, que exhibe las tendencias de la fotografía mundial, en una casa del siglo XVIII en la calle Murguía de la ciudad de Oaxaca; el recinto tiene una sala de exposición permanente y tres para exhibiciones temporales.
SIN HOMENAJES. Por su parte, el artista plástico Alejandro Quijano llamó a las autoridades culturales del país a que rindan un homenaje al pintor oaxaqueño con una pequeña retrospectiva en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
El miembro del Salón de la Plástica Mexicana (SPM) aseguró que “ya es hora de que reconozcan las aportaciones en materia cultural de quien es considerado como el artista vivo más importante de México y uno de los más destacados en América Latina”.
No obstante, a diferencia de otros artistas —refiere por su parte el muralista Ariosto Otero Reyes— que una vez que cumplen años o aniversarios luctuosos inmediatamente son celebrados en todas partes con diversas actividades, Toledo no necesita esa clase de festejos.
“Es un creador profundo y no necesita de esas cuestiones, hay que celebrarlo al igual que otros artistas que están comprometidos con las causas justas del país y que no se sienten genios”, subraya.
Frente a iniciativas del Conaculta, INBA y otras instituciones que propusieron al artista realizar actividades en su honor por su 70 aniversario, el mismo Toledo ha reconocido que no quiere nada parecido.
mexicana, le da una estructura de personalidad a las artes
visuales que muchos artistas han seguido, y espero que viva muchos
más años, y que tenga esa energía sobre todo para la promoción
cultural, no únicamente para Oaxaca, sino también para el país",
"Siempre en la mirada se le ve que está entendiendo las
situaciones que está pasado en el momento, y no es alguien que desea
ser un protagonista"
"Curador Mexicano, Juan Rafael Coronel"
(Con información de Notimex)
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